Generar un clima de entendimiento, parte de nosotros los padres. Tendemos puentes de diálogo y contribuimos decididamente en el mejoramiento de las relaciones, cuando aceptamos nuestros errores.
Uno de los problemas que se ha tornado común en muchos hogares, es la dificultad para mantener unas relaciones sanas entre padres e hijos. Cada día es más evidente el resquebrajamiento en ese esquema, que sería el ideal: entendimiento, armonía, comprensión y tolerancia entre los componentes de la familia.
De un lado los adolescentes y jóvenes se quejan:
- Dicen que nunca o pocas veces reciben expresiones de afecto de sus padres.
- Uno de cada cuatro jóvenes nunca tuvo una conversación significativa con sus progenitores.
- Los padres, en criterio de adolescentes y jóvenes, son inaccesibles.
El asunto es complejo porque las relaciones en el esquema padres-hijos es fundamental. ¿Por qué motivo? Porque sienta las bases para…
- El desarrollo emocional.
- Una vida de realización
- Seguridad
Para definir el proyecto de vida de los hijos.
¿Qué debemos hacer? Hay por lo menos tres pasos que les recomendamos:
- Hacer un alto en el camino para evaluar errores
- Invertir nuestra vida y el tiempo con los hijos.
- Ser amigos de los hijos.
Le animamos a leer lo que escribe el apóstol Pablo:
“Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.”(Romanos 12. 18 | RV 60)
Generar un clima de entendimiento, parte de nosotros los padres. Tendemos puentes de diálogo y contribuimos decididamente en el mejoramiento de las relaciones, cuando aceptamos nuestros errores.
Permítanos preguntarle: ¿Ya recibió a Jesucristo en su corazón como su único y suficiente Salvador? Es hora de hacerlo. Permita que Cristo reine en su vida y en su hogar. Es la mejor decisión que podemos tomar.
© Fernando Alexis Jiménez – Ministerios Vida Familiar – #RadioVidaFamiliar
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