Dios tiene un plan, trazado desde la eternidad, para que nuestras jornadas sean gratificantes y no, como hasta ahora, sumidas en la rutina y la desesperanza.
Fernando Alexis Jiménez | Editor de la Revista Vida Familiar
El cambio y transformación personal, espiritual y familiar. Lo experimentamos cuando disponemos nuestro corazón para Dios. El crecimiento progresivo genera un impacto altamente positivo en la relación con el cónyuge, con los hijos y con las personas con las que interactuamos diariamente.
Es necesario, no podemos seguir estancados:
- Nuestro mundo interior enfrenta desasosiego.
- Cada día se torna en un infierno; deseamos que concluya la jornada y reiniciamos el ciclo.
- Los conflictos en la vida conyugal son permanentes al igual que con los hijos.
- Perdemos de vista nuestros sueños y metas.
- Nuestra espiritualidad llega a su nivel más bajo.
Decídase por la vida maravillosa que podemos disfrutar cuando edificamos nuestra vida a partir de principios y valores.
ES HORA DE REORIENTAR NUESTRA VIDA
Dios tiene un plan, trazado desde la eternidad, para que nuestras jornadas sean gratificantes y no, como hasta ahora, sumidas en la rutina y la desesperanza.
En las Escrituras leemos:
“Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé? Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.” (Lucas 13: 18, 19)
¿Qué debemos hacer?
- Reconocer que hemos cometido errores en todas las áreas: a nivel personal, con la familia y con las personas con las que interactuamos diariamente.
- Reconocer que una vida desordenada desencadena un profundo vacío en nuestra existencia.
- Reconocer que solo con ayuda de Dios podemos emprender la nueva vida que anhelamos.
Usted merece una mejor vida. Tal como Dios la tuvo en mente desde antes de la creación. De el primer paso hacia esa existencia renovada.
Cuando nos arrepentimos, nuestra vida personal, espiritual y familiar es afectada positivamente. Es fruto de la decisión de renunciar a una pecaminosidad voluntaria (Lea Mateo 3: 5-8) la clave es recibir a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador. Decídase hoy por Jesús en su vida y en su corazón.
Escuche las transmisiones de Vida Familiar >> www.is.gd/programavidafamiliar
Le invitamos a leer los siguientes contenidos: