Desde la perspectiva del especialista, es posible encontrar soluciones a los problemas entre los cónyuges. No es algo nuevo. Es una perspectiva que respaldan las enseñanzas de la Biblia.
Fernando Alexis Jiménez | Editor de la Revista Vida Familiar
Los desacuerdos conyugales son inevitables. ¿Acaban con la relación? Eso depende esencialmente de la actitud que asumimos en esos períodos de conflicto. También, de la forma como les damos manejo.
De la mano con este hecho, hay que anotar: muchas parejas se llevan muy bien a pesar de que, en su momento, enfrentaron crisis. Eso demuestra que los momentos difíciles no son para siempre y se resuelven cuando le damos a Dios el primer lugar en nuestro hogar.
Las estadísticas dicen que los casados viven más y con mayor calidad de vida si no hay conflictos. Pero los conflictos, siempre saldrán al paso. ¿Qué producen?
- Enfermedades mentales
- Depresión
- Aceleran el trastorno bipolar
- Llevan a muchas personas a encontrar salida en la bebida
- Predisponen a la violencia física o verbal
- Desatan enfermedades inmunológicas
- En algunos casos se somatizan como dolor crónico
- Aumentan la probabilidad de accidentes de tráfico
Por supuesto, las diferencias con los cónyuges afectan a los hijos al producirles:
- Problemas de conducta
- Depresión
- Dificultades de concentración
- Belicosidad
Cuando entendemos que se están presentando estos hechos que afectan la convivencia, es importante buscar la salida.
El psicoterapeuta español, José Antonio García Higuera, anota lo siguiente:
“La aceptación es importante. ¿En qué consiste? En que uno de los miembros de la pareja que desea un cambio, acepta desde un nuevo punto de vista que el otro no le trae realización y, sin embargo, aquello que era inaceptable e intolerable se convierta en algo no deseable, pero entendible y tolerable. El compromiso de ayudarse en todo instante es uno de los más importantes motivos que existen para mantener la pareja. Esto implica emociones muy básicas que se insertan en la debilidad más íntima del ser humano, hacerlo explícito y potenciarlo es una forma de motivar la permanencia de la pareja y la resolución de conflictos.”
Desde la perspectiva del especialista, es posible encontrar soluciones a los problemas entre los cónyuges. No es algo nuevo. Es una perspectiva que respaldan las enseñanzas de la Biblia.
Compartimos con usted siete sugerencias que le resultaran útiles:
- Evalúe las posibles causas de los síntomas de frustración, resentimiento o quizá hostilidad a los que está haciendo frente.
- No se desespere. Ore a Dios por ese problema conyugal.
- Renuncie a la amargura, la ira, la gritería y a las palabras en su relación de pareja (Efesios 4: 31)
- Asuma una actitud tolerante, comprensiva y perdonadora (Efesios 4: 32)
- Reconozca que su felicidad y la paz interior no dependen de su cónyuge, sino de Dios cuando tenemos una buena relación con Él.
- Si sus errores del ayer con la pareja lo atormentan, confiéselos delante de Dios y pídale perdón. Luego, pídale perdón a su cónyuge, con el compromiso de no incurrir de nuevo en los mismos equívocos (1 Juan 1. 9).
- Cuando hable con su pareja, hágalo en el torno apropiado, exento de cualquier tono de agresividad o belicosidad.
Jamás pierda de vidas que, quien nos ayuda en el proceso de resolver los conflictos conyugales, es Dios. Nos ayuda a perseverar en cada nuevo paso de cambio y nos ayuda para que reverdezca el amor hacia el cónyuge.
Y una regla de oro: perdone y deje todo en el pasado. Es hora de emprender una nueva vida con ayuda de Dios:
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” (Filipenses 3:13-14 | RV 60)
Hoy es el día para emprender de nuevo su vida de pareja, en nuevas condiciones y en victoria.
A propósito, ¿ya recibió a Jesucristo como su único y suficiente Salvador? Hoy es el día para que lo haga. Permita que Él reine en su vida y en su hogar, es la mejor decisión que podemos tomar.
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