¿Cómo saber si estamos haciendo la voluntad de Dios?

Cuando nos sometemos a Dios, el Curso de nuestra vida cambia.

Necesitamos evaluar y corregir nuestras actitudes para someternos plenamente a la voluntad de Dios. Hacerlo confiando plenamente en que Él desea lo mejor para nosotros y que, además, nos guiará por el camino apropiado.


Fernando Alexis Jiménez | Editor de la Revista Vida Familiar


Hablar de la voluntad de Dios se ha tornado común en nuestro tiempo. “Creo que casarme con este joven es la voluntad de Dios”, dirá una estudiante universitaria, emocionada por el romance que sostiene con un apuesto profesional. “Creo que este trabajo que me ofrecen, está en la voluntad de Dios”, pensará un ejecutivo que tiene la posibilidad de renunciar a su empleo por otro mejor. “El auto que me venden es hermoso. Voy a comprarlo. Creo que está en la voluntad de Dios”, asegura alguien que sueña estar tras el volante de un carro de modelo reciente.

Pero, en conjunto, ¿estas decisiones gravitan alrededor de la voluntad de Dios? El interrogante reviste una importancia significativa porque, muchas veces al amparo de estar haciendo lo que Dios quiere, cometemos equívocos y luego cumplamos al Padre celestial.

Una primera respuesta la encontramos en una instrucción que brindó el rey David hace siglos:

“Encomienda al Señor tu camino, confía en Él, que Él actuará; hará resplandecer tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía.” (Salmo 37: 5, 6 | Nueva Biblia de las Américas – NBLA)

Un Portal sobre el significado bíblico de algunos conceptos, señala:

El significado bíblico de voluntad se refiere al deseo, a la firme determinación, al consentimiento. En ocasiones se habla de la “voluntad permisiva” de Dios en donde este permite que se hagan determinadas cosas, aunque no esté de acuerdo. La voluntad de Jesús se alimentaba de la voluntad del Padre. Cuando hablamos de voluntad hablamos también de mandatos de fe, de caminos a seguir.”

GUÍA PRÁCTICA PARA SABER SI ESTÁ EN LA VOLUNTAD DE DIOS

Ahora, si el asunto le despertó inquietud, maravilloso. Todo cuanto hacemos, lo ideal es que obedezca al propósito de Dios. Para ayudarle a determinar si está moviéndose en el camino correcto, le invitamos a preguntarse si aquello que desea, cumple los siguientes parámetros:

  • El asunto fue sometido a Dios en oración (Santiago 4: 13-15)
  • Para tomar una decisión no dependemos de nuestras fuerzas, sino de que Dios sea quien habrá las puertas (Jeremías 10:23)
  • Acogemos la orientación que Dios nos da (Salmo 32:8; Efesios 1: 11)
  • Reconocemos que en nuestra vida y en la de las personas que nos rodean, Dios tiene un propósito eterno que obra para nuestro bien (Hechos 4: 27, 28)
  • Permitimos que sea Dios quien tome la última decisión (Salmo 37: 23)
  • Dios es quien tiene la última palabra en lo que usted va a hacer y no es usted quien está forzando las circunstancias (Isaías 14: 24; cf. Apocalipsis 4: 11).

Piense detenidamente en lo que enseña el rey David:

“Por el Señor son ordenados los pasos del hombre, y el Señor se deleita en su camino.” (Salmos 37:23| NBLA)

En ese orden de ideas, es importante hacer un alto en el camino y reconocer que, si deseamos movernos en la dimensión de la victoria, es fundamental someter nuestros planes y proyectos en manos del Señor, lo cual incluye nuestro ámbito familiar.

CUATRO MANIFESTACIONES DE LA VOLUNTAD DE DIOS

La voluntad de Dios es soberana. Y cuanto hace, es bueno, agradable y perfecto, como enseña la Palabra (Romanos 12:1, 2)

Sobre esa base, podemos referirnos a 4 expresiones de la voluntad divina:

  • La voluntad absoluta, es decir, lo que Él ya determinó desde antes de los tiempos.
  • La voluntad benévola de Dios, aquella que apela a su libertad, como por ejemplo el redimir al hombre a pesar de su pecado.
  • La voluntad secreta de Dios, aquella que sólo Él conoce.
  • La voluntad revelada de Dios, es decir, la que podemos conocer (Deuteronomio 29: 29; Santiago 4: 15)

En las Escrituras encontramos ilustraciones de quienes se sometieron al propósito del Señor: Abraham, Moisés, Josué, los reyes David y salomón, Isaías, Jeremías y Daniel, entre otros.

En su andar fueron prosperados. Una consecuencia apenas natural de que cuanto hacían, agradaba a Dios y Él honra a quienes caminan en Su voluntad:

El Señor Jesús enseñó:

“Porque cualquiera que hace la voluntad de Mi Padre que está en los cielos, ese es Mi hermano y Mi hermana y Mi madre” (Mateo 12: 50 | NBLA)

Podemos asegurarle que, tras imprimir cambios a su vida, de tal manera que cuanto haga esté sujeto a la voluntad divina, el curso de su existencia cambiará y todo saldrá bien. Él es quien nos asegura la victoria.

NUESTRA CAPACIDAD DE SOMETERNOS A DIOS

Todos los seres humanos libramos una lucha interna con el orgullo que nos lleva a actuar conforme queremos, desechando el deseo de corazón de Dios. Pero de la mano con esta inclinación esta la capacidad que tenemos de someternos a la voluntad del Señor, sabiendo que siempre obra a nuestro favor.

Le animamos a leer otros textos bíblicos para ampliar el panorama alrededor de la voluntad del Creador (Romanos 12: 1, 2; Efesios 5: 18; 1 Timoteo 2: 4; 1 Tesalonicenses 4: 3; 1 Pedro 2: 13-15; 3: 17, 18)

Como habrá podido comprobar, es gracias a la Palabra que tenemos una brújula segura que nos traza el camino a seguir en todas las áreas de nuestra vida personal y familiar.

El relato del encuentro personal de Saulo de Tarso con el Señor Jesús, es una de las mejores ilustraciones alrededor de cómo movernos en la voluntad de Dios. Podrá leerlo en Hechos 9: 1-5. Allí encontrará las dos preguntas de oro que le hizo Saulo de Tarso a Cristo:

  • ¿Quién eres Señor?
  • Señor, ¿qué quieres que yo haga?

Cuando formulamos de corazón y con disposición esos dos interrogantes, nuestra vida puede experimentar cambios profundos en todas las áreas.

En ese orden de ideas, necesitamos evaluar y corregir nuestras actitudes para someternos plenamente a la voluntad de Dios. Hacerlo confiando plenamente en que Él desea lo mejor para nosotros y que, además, nos guiará por el camino apropiado.

Decídase hoy a caminar de la mano de Jesucristo. Ábrale las puertas de su corazón. Permita que Él le muestre de qué manera someterse a la voluntad del Padre celestial. Su desenvolvimiento personal y familiar, experimentará cambios. Compruébelo.

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Fernando Alexis Jiménez

Fernando Alexis Jiménez

Fernando Alexis Jiménez es autor y conferencista cristiano. Coaching certificado por la organización John Maxwell Team. Junto con su esposa Lucero dirigen los "Ministerios Vida Familiar" enfocados en la proclamación de principios y valores para todos los componentes del hogar. Dirigen los Seminarios "Edificando Familias Sólidas", que se imparten de manera presencial y virtual

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